Cómo evitar el desgaste de las vallas metálicas expuestas a la intemperie

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    22 de Abril de 2025

    Como expertos en la instalación vallas metálicas en Sabadell, sabemos que estas expuestas son elementos fundamentales en muchos hogares, fincas y áreas industriales, pero, lamentablemente, la exposición constante a las inclemencias del tiempo puede acelerar su desgaste. Para evitar que el metal se deteriore rápidamente y prolongar su vida útil, es importante aplicar ciertos cuidados y precauciones.


    En primer lugar, la pintura es un aliado esencial para proteger las vallas metálicas. Al aplicar una capa de pintura antióxido de buena calidad, se crea una barrera que impide que la humedad y el aire afecten directamente al metal. Es recomendable repintar la valla cada dos o tres años, dependiendo de la zona climática en la que se encuentre. Si el área es muy húmeda o costera, será necesario hacerlo con mayor frecuencia.


    El galvanizado es otra opción eficaz para proteger las vallas metálicas. Este proceso implica recubrir el metal con una capa de zinc, lo que actúa como una protección contra la corrosión. Las vallas galvanizadas pueden durar muchos años sin necesidad de un mantenimiento intensivo. Pero como bien sabemos los profesionales que nos dedicamos a la instalación vallas metálicas en Sabadell, con el tiempo, incluso el galvanizado puede desgastarse, por lo que es recomendable inspeccionar regularmente las vallas para detectar cualquier signo de oxidación y actuar rápidamente.


    Otro factor crucial es la limpieza periódica. La acumulación de suciedad, polvo y residuos de animales o plantas puede favorecer la corrosión. Es importante limpiar las vallas de manera regular con agua y jabón, asegurándose de eliminar cualquier residuo que pueda haber quedado atrapado en las rendijas o en las uniones. Además, si se detecta algún punto de oxidación incipiente, se debe lijar y tratar con un producto antioxidante para evitar que la corrosión se propague.


    Finalmente, desde Giménez Forestal te recomendamos que si las vallas están ubicadas en áreas con condiciones climáticas extremas, como fuertes lluvias, nieve o viento, se pueden instalar protecciones adicionales, como toldos o cubiertas, que minimicen la exposición directa a estos factores y prolonguen la durabilidad del metal. Con estos cuidados, las vallas metálicas pueden mantenerse en buen estado por muchos años.